La ciudad tiene una onda tranquila, el tráfico no es mucho, no se ven embotellamientos, ni tampoco se ve a mucha gente corriendo de un lado a otro, se ve gente con traje, pero son los menos. Parece que la ciudad está en una frecuencia totalmente distinta a las ciudades que he visitado, y me encanta.
Sumado a eso, la arquitectura es absolutamente fascinante, y hay cuadras y cuadras enteras de edificios hermosos. El Art Nouveau domina el escenario. Y me resulta muy divertido encontrar una caricatura donde menos la esperaba.
Y ni hablemos de la cerveza y el chocolate. NI hablemos.
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