Como la caja de invisibles de Marcela que se humedeció y terminó oxidando cada una de los grampos. Como la planta que Patty se olvidó en la mesa del balcón cuando se fue para Ilha Grande y que terminó seca seca tanto que su muerte fue declarada a su vuelta. Así estoy, arruinada para cualquier trabajo futuro. Las posibilidades de que pueda adaptarme nuevamente al ritmo laboral son bajas. Bajísimas. Tendrá que ser un trabajo apasionante combinado con un/a jefe nazi que no me deje ni respirar. De lo contrario, ain't gonna happen, babe.
La traducción no es genial, pero presten atención al estribillo :)
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