domingo, 29 de noviembre de 2009

Exterminator

Odio a las cucarachas. Me revuelven el estómago, me ponen los nervios de punta. Y hasta hace un tiempo solían paralizarme. Me dan tanto tanto asco que ni pisarlas puedo. En mi vida maté tres cucarachas. Dos de las cuales, murieron por mi causa en menos de dos semanas.
Rio de Janeiro tiene cucarachas ("baratas") voladoras, del tamaño de mi pulgar, sin contar la antenas por supuesto, que hacen que su largo se duplique.
Mientras redacto estas líneas, tengo a unos metros el cadáver de mi tercera víctima.
Estaba sentada y noto una sombra por detrás como de algo volando. Pensé que era una mariposa, una polilla. Así que me di vuelta tranquilamente. Y ahí la , apoyada en el brazo del sillón, a la maldita barata. Por un segundo me paralicé ¿cómo la voy a matar? ¡¿la tengo que matar?! En general, no me gusta matar insectos. A las arañas suelo perdonarles la vida, a los mosquitos y las moscas también. Ni hablar de las hormigas que me caen super bien. Pero ahora, matar o no a una barata no es una cuestión de piedad o de respeto hacia la vida, sino una simple cuestión de asco.
Cristiana, por mensaje de texto me dice que hay insecticida. Perfecto, pienso. El tema es que la cucaracha se había ido debajo del sillón y ya no hay mucho lugar para maniobrar. Corrí varias veces hasta donde se podía el sofá, no aparecía. Fui a buscar el insecticida y volví y tiré por debajo del sillón. Me acordé que mi celular tiene linterna, así que me agaché para ver si la veía. Nada. Pensé que tal vez habría aprovechado el momento en que me alejé del living para escapar por la ventana. Y que ya no estaba más. Y que a la noche podría dormir algo tranquila. Me senté frente a la computadora, y a los cinco minutos noto de nuevo algo en el sillón que está frente a mí. Absolutamente impune, moviendo sus repugnantes antenas, ahí apareció. Fui de nuevo corriendo a buscar el insecticida, y sin piedad arremetí contra ella, pensando en que dormiría tranquila esa noche, primero porque ya no existiría la posibilidad de que el insecto anduviera merodeando el living y segundo porque ese insecticida debe tener algún efecto nocivo para los humanos.
Y así fue como la maldita murió bajo mi dedo sicario que apretó el difusor hasta que las antenitas dejaron de moverse.

Resumen de la Fecha

Cumplir años en Río estuvo bueno, pero por momentos fue raro. Mis últimos cumples los había festejado con Melu, a lo grande, y con todo girando alrededor de nuestros flamantes añitos (incluyendo globos, piñatas, serpentinas, y tortas de chocolate con velitas). Este cumpleaños incluyó muchas actividades, pero fue un cumpleaños más diluido y sin torta (pensé en hacer una, pero el calor me desanimó).
El festejo empezó el viernes, en la casa de Cristiana. Éramos varios acá, y ella y Blaise (un chico suizo que vive prácticamente en su casa) cocinaron. Estuvimos hasta acá hasta tarde, y de aquí nos fuimos para Lapa.
Lapa es una zona de Río, en el centro, donde los viernes, el descontrol reina sus calles. Hay más gente bailando y tomando en las veredas que en los propios bares y boliches. Y por supuesto, reina el funky (del cual ya hablé, y el cual no me enloquece mucho que digamos), pero bueno, estuvimos haciendo ronda de bares, tomando un chopp en cada uno y cambiando de lugar, sambando (?), y luego ya volvimos hacia el quid de la cuestión a mezclarnos entre la multitud.
Bailé mucho mucho, las piernas ya no me daban más y así fue como, en estado piltrafesco absoluto, regresé al hogar.
Sábado, nos despertamos al mediodía, y arrancamos para el fuerte de copacabana, donde hay un bar bastante chic llamado Colombo y ahí comencé a reaccionar a la vida. Además, tenía una vista maravillosa. Lamentablemente el cielo estaba algo nublado, aunque eso no impidió que luego fuera a la playa y durmiera una merecida siesta.
Volvía al departamento lista para cocinar algo y cenar tranquila, cuando Cristiana me llama y me dice que estaba yendo para una fiesta de bienvenida de una amiga, que me esperaba, que me apurara, que nos íbamos. Dudé en ir, y en hacer las cosas tranquilas, pero al final llegué, me bañé y me cambié a las corridas y fuimos para la reunión, en Tijuca, muy cerca de la Lagoa. Menos mal que fui, porque las chicas eran super copadas, y la pasé super lindo. Comí brigadeiros, tomé sangría y tomé caipirinhas con tequila (!).
Cerca de la medianoche, arrancamos para la fiesta, en un salón como de una agrupación sindical en el centro, en el medio de la nada (ahí, se había hecho hace una semana la feijoada).
La música fue de lo mejor, con algo de pop, de electrónica (sólo clásicos) y rock, por lo que, de nuevo, bailé sin parar toda la noche.
Ahora, me duelen las rodillas, pero claro, ya tengo 28. (buá).
Realmente me hubiese gustado que estuvieran mis amigos acá y hacer todas las boludeces pertinentes, pero más allá de eso, la pasé super bien y acá, pueden ver las fotos de toda la jornada cumpleañística http://picasaweb.google.com/paulinadeviaje/28El28?authkey=Gv1sRgCMTT3eaYtaic6wE

lunes, 23 de noviembre de 2009

Hoy, a pesar de que la temperatura no baja de los treintaypico de grados, hay fondue en la casa de Cristiana. Vamos a morir todos.

O mundo é um lenço II

Llega un nuevo host a la casa de Cristiana, de Salvador. Me pregunta de dónde soy. Le digo que de BA (sí, sí, "vengo de" y "soy de" no es exactamente lo mismo, pero a quién le importa?) y me dice que recibió hace poco a una chica brasilera que vive en BA, que trabaja como traductora. ¿Patricia? Sí, Patricia.

domingo, 22 de noviembre de 2009

28 el 28

Todavía no sé qué voy a hacer el sábado que viene. Me entusiasma la idea de hacer algo, pero aún no tengo los recursos necesarios. Y cuando hablo de recursos no me refiero a dinero, no. Me refiero a saber dónde podría hacerlo, por ejemplo. O los contactos para conseguir a alguien que sabría dónde puedo hacerlo. Conseguir entrar gratis a un boliche acá, es cosa imposible parece. Me pasaron de un lugar con una lista, pero cada uno tiene que pagar 10 reales. Así que estoy analizando seriamente la posibilidad de elegir sólo un bar, y quedar ahí. El tema es que, lalala, conseguir un bar con música que no sea exclusivamente brasilera también es tarea bastante difícil, así que estoy viendo qué surge.
Mientras tanto, si bien estoy contenta de celebrar mi cumple viajando, el hecho en sí de cumplir 28, ¡¡¡28!!! no me entusiaaaaasma tanto. Pero como es madrugada de lunes y yo acabo de volver de la playa, digamos que no me importa mucho.

sábado, 21 de noviembre de 2009

O mundo é um lenço

Cuando estuve en Salvador, el año pasado, fui a un meeting con las chicas al que fueron sólo dos personas: un local, Ericson, y su guest de Francia, Thomas.
A Thomas lo encontré luego, un par de meses después, de casualidad, en un boliche de Buenos Aires, en Crobar.
Hoy, cambié de host. De la casa de Nina, cerca de Urca, me mudé para lo de Cristiana, en Copacabana. Adivinen quién es otro de sus guests...

viernes, 20 de noviembre de 2009

Tengo un cuarto. Tengo un celular con varios contactos. Tengo invitaciones. Tengo las marcas de la bikini cada vez más pronunciadas. Tengo un portuñol cada vez más caradura. Tengo un libro de Jorge Amado. Tengo playa. Tengo sol. Tengo Skol. Tengo maracujá. Sólo me falta un empleo y estoy en mi momento ideal.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Ayer fui a Santa Teresa, un barrio antiguo de Río de Janeiro, con bajadas y subidas, porque está en la ladera de un morro. Muchas de sus calles son empedradas, muchas de sus casas son caserones.
En una de sus calles, cuando llegamos, habían puesto un televisor para ver el partido de Flamengo con no sé quién. Aprovechamos para ir hasta el Museo de las Ruínas, donde se puede apreciar una vista muy amplia de la ciudad, y un viento en el rostro que no se encuentra en muchas lugares de Río.
Anocheció y volvimos para el lugar donde la gente estaba reunida para ver el partido. El televisor ya no estaba. En cambio, habían aparecido los instrumentos, y la gente se preparaba para tocar.
Empezó la música, cada vez más gente se acercaba al lugar. Algunos bebían cerveza, otros sambaban, muchos cantaban. Éramos muy pocos los extranjeros. Poquísimos.
Llegó una señora. Tendría ochenta años. Quizás más. Muy blanca, cada espacio de su piel estaba arrugado. Llevaba havaianas y un vendaje en el pie izquierdo. Caminaba con un poco de dificultad. Muchos le ofrecimos el lugar para que se sentara. Pero ella dejó en claro que venía para bailar. Y eso hizo. Todo el tiempo en el que hubo música, ella bailó. Sola o acompañada, ella, con sus ochenta años (o más), con la piel arrugadísima, con la espalda encorvada, con el pie vendado, bailó.
La gente bailaba, la gente cantaba, se reía, bebía, disfrutaba. Y yo, me di cuenta que me tengo que quedar acá.

sábado, 14 de noviembre de 2009

girls night out

Ayer, mi host, Marcela, me dijo que nos íbamos a encontrar con dos amigas de ella, y que quería que conociera especialmente a una de ellas, a Nina, porque creía que sería ideal para quedarme con ella. Nina Dubois?, dije yo. Exacto. Ya he arreglado hace rato para quedarme con ella. Es más hoy cambio para su casa ;)
Fuimos a un bar por botafogo y luego a una boite por ahí, que se llama Casa da Matriz (que era noche de música brasilera, toda una nueva experiencia) y luego, a la vuelta, comimos cachorro quente (léase "cashojjo queinchi"). Muy divertida la parte en que tenía que decirle al señor que lo armaba qué es lo que quería de todos esos tuppers (la parte de las arvejas fue la mejor).







Nina (mi próxima host), Paula, yop, y Marcela (mi actual host)


viernes, 13 de noviembre de 2009

Te das cuenta...

que tu vida social está más que OK, cuando volvés de la playa, revisás tu correo, y te encontrás con tres mensajes con tres propuestas diferentes para la noche.

Claramente no soy yo, es la gente que no me encuentra simpática la que tiene un problema. ;)

jueves, 12 de noviembre de 2009

¿Quién dijo que Río es sólo una playa bonita?

Hoy amaneció lloviendo. Así que justo cuando abría mi mapa cultural de río para ver qué iba hacer, recibo un mensaje de Katia, la chica de Lille, diciendo si quería hacer salir a recorrer museos. Y quedamos en encontrarnos en la Pinakotheke, donde había una muestra de artistas que vivieron en Francia. Aprovecho para recomendarles que busquen imágenes de Cicero Dias e Ismael Nery. Los descubrí en la muestra de Chagall y los volví a encontrar aquí.

Luego fuimos para el Museu do Indio. HERMOSO. Tenían una muestra pequeña, pero super original y moderna. Donde describían y retrataban la vida diaria de los pueblos indígenas de Oiapoque. Desde la cocina, hasta las armas, pasando por los rituales y los distintos mitos.








Salimos de ahí, y en el camino de regreso, pasamos por la casa de Rui Barbosa. Es una casa estilo colonial preciosa, un caserón, donde ahora hay una fundación y una biblioteca. Como había que pagar para ingresar, decidimos disfrutar del jardín que rodea la casa. Un espacio de tranquilidad y silencio, a metros de varias avenidas.





Y para cerrar la tarde cultural, nos sentamos en un local especializado en jugos, donde disfruté un rico jugo de ananá y menta.

Tough life, I know.

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Escalera al cielo


Cuando Araiz, una chica vasca viajando por Brasil, me dijo de subir caminando hasta el corcovado (el cerro en el cual está el cristo redentor), dije que sí, pero me preocupé por no tener más calzado que ojotas y zapatillas de larva (léase all star).

Al otro día, le comenté a Marcela, mi host, mi preocupación por: a) mi calzado no apto para actividades físicas, y b) mi cuerpo no apto para actividades físicas, y ella me ofreció un par de zapatillas para hacer trekking.

Ahora sólo quedaba la preocupación por mi ausencia total de estado físico. Especialmente, cuando ví el recorrido acá http://www.terrabrasil.org.br/trilhas_mapas/tri_lage_corco.htm

Luego, me enteré que había un parte del recorrido en el que había que escalar. "No way José", pensé. Y bueh, en el peor de los casos llegaba hasta donde podía y me volvía.


A las 10 am estaba en la puerta del parque lage, donde está la escuela de artes visuales. El edificio es hermoso, y el parque también. El día estaba algo nublado, pero el calor, como todos los días desde mi llegada estaba firrrrme.


10.30 estábamos arrancando. A los cinco minutos de empezar a caminar, escuchamos un estruendo. Miramos hacia nuestra izquierda, un coco se había estrellado en el piso. Miramos hacia la copa del árbol, varios monos en la rama, parecían divertirse agitando los cocos hasta hacerlos caer. "Vamos a tener que ir mirando hacia arriba" dijimos.



10.35 nos encontramos con un cartel que recomienda ir mirando detenidamente el piso, ya que hay una larga variedad de serpientes en la zona. Desde cascabeles hasta cobras. Recomienda también que, en caso de mordida, se preste atención al color del animal, la flora que lo rodea, y el horario en que fue picado (claro, porque llegado el caso, no vamos a estar ocupadas gritando como unas descosidas). Así que bromeamos y dijimos que una miraría hacia arriba y otra hacia abajo.

La caminata empezó bien. Entre la mata. El calor era insoportable. Pasamos tres cascadas, y en la última decidimos meternos abajo y aprovechar la resfrescada. Porque ahora venía la parte empinada.

Lalala. Nadie que me ve, me puede imaginar agarrándome de ramas y lianas y trepando. Yo no podía imaginarme! Tomándome de una cuerda para subir unas piedras resbaladizas sin ningún tipo de hueco donde apoyar los pies. Agarrando troncos llenos de musgo y resbaladizos.

La humedad era insoportable, cada vez se veía menos por la neblina, y yo empecé a cansarme. Era como subir una interminable cantidad de escalones que no eran escalones.

Y de repente, estábamos arribas de las nubes. El cielo ahora esta despejado, pero hacía abajo no se veía nada. Nada! Sólo una espesa capa blanca.

Tuvimos que caminar cuesta arriba, siguiendo la vías del tren del corcovado (sí, claro que hay una forma sencilla de llegar ahí arriba!), luego agarramos una pequeña ruta, siempre subiendo, obvio, hasta que llegamos al complejo del cristo.


Al principio, la vista estaba bloqueada por las nubes, pero de repente se empezó a despejar, así que pudimos tener algo de visual. Maravilladas las dos, estuvimos un rato allí, simplemente disfrutando del sabor de haber llegado y de la vista panorámica que se nos ofrecía.







Y llegó la hora de la vuelta.

Araiz quería volver por el mismo camino, pero a mí ese camino me dejaba muy lejos de casa y por el otro lado, el de la carretera, quedaba muy cerca. Así que nos separamos. Ella volvió por donde habíamos subido y yo me tomé una van que me dejó a mitad de camino e hice el resto caminando. Mientras bajaba, ya el cielo se había despejado mucho, así que pude tener una vista mejor aún!

Ya las rodillas que no me funcionaban muy bien, así que caminaba bastante bastante raro.


Llegar a la puerta del Parque de Tijuca, fue increíble. Toda la jornada fue genial. Y casi casi que salí ilesa (un pequeño rasgón en la rodilla a causa de una resbalada y un par de picaduras)



Ayer, cuando estaba a punto de salir para un bar de lapa, a encontrarme con alguna gente de CS, se cortó la luz. Y no sólo en el barrio. Y no sólo en Río. El corte afectó a varios estados. Acá, pueden ver un par de imágenes de lo que fue http://g1.globo.com/Noticias/0,,GF76946-5598,00.html

Para nosotros, un corte de luz no es algo raro, en el verano, en BA pasa todo el tiempo. Pero por lo que me decía Marcela, la chica que me hospeda, esto no es para nada común por estas latitudes.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Datos de Color

- Ya estoy tomando color (d'uh)
- Me confunden diariamente con brasilera. Hasta que hablo, claro.
- Ahora hincho por Fluminense (?)
- Todavía no descubrí qué son "los torpedos" de Vivo (vivo es la compañía de telefonía móvil que utilizo y los torpedos vienen en forma de mensaje de texto cada vez que mando uno, es muy molesto).
- Esta semana empiezo intercambio de español x portugués con unas chicas cariocas.
- La gente en esta ciudad utiliza los medios de transporte con exageración todo está "muito longe" y nunca "da para ir a pé", así terminan pegando ônibus, van o taxi para hacer 15 cuadras... o menos!
- Me quemé las plantas de los pies por exceso de arena caliente.
- Acá todos son simpáticos...hasta los colectiveros! Paran en cualquier lado, reciben todo tipo de consulta sin poner cara de ogt y nunca les dicen a sus pasajeros cosas como "vamoooos arriba". Los taxistas, tampoco se quedan atrás, no te pasean, te llevan directo.
- La gente, que suele pensar que soy brasilera, me mira desconcertada cuando saco el protector solar 40. Acá la gente no usa protector mayor a 15, aún cuando los carteles que hay en las playas recomiendan como mínimo 20 para los morenos y 50/60 para los que tienen pieles muy claras.
- La canción Halo, de Beyoncé y I gotta feeling, de Black Eyed Peas son los temas del mes, claramente.
- Sigo confirmando que me gusta la feijoada. :)

viernes, 6 de noviembre de 2009

Un cacho de Currrrtura, che, pbt.

Como comenté en el post anterior, me iba a encontrar con algunos chicos a almorzar. Bajo un rayo de sol inclemente (sí, uno sólo que abarcaba a toda la ciudad), arranque de nuevo. Esta vez, en dirección al centro.
Nos juntamos en un lugar que se llama Beço da Sardina ("Beso de la sardina", cómo la manejo, ¡por favor!) Como su nombre lo indica, la especialidad de la casa son sardinas, sardinas fritas. Pensé por un segundo en hacerme la distraida y pedir arroz y queso, pero me dije "¡tengo que probar!" y eso hice. No me comí una, sino dos sardinas fritas! y quedé pipona. De todas maneras se notó la extranjería, ya que los locales comían entre 6 y 8. Lalala.
Había averiguado para ir a comprar libros usados (quiero comprar algo de Amado para leer en portugués y algún libro de portugués para extranjeros), pero una chica de couchsurfing Sonia, me invitó a unirme a ella y a Katia de Francia, que tenían planeado ir al Museo de Bellas Artes. Claro! Los libros lo puedo comprar en cualquier otro momento.
Así que primero pasamos por un café, tomamos un cafecito (los 46º no nos hicieron escarmentar), y seguimos hacia el museo de bellas artes. Donde había una exposición de Chagall. Impresionante. Claro, yo conocía un par de cuadros, pero verlos ahí tete-a-tete y ver por ejemplo, la colección que armó para la novela Las Almas Muertas de Gogol fue impresionante. Además también estaban exponiendo la serie de grabados sobre la biblia. Donde hubo uno que me interesó particularmente. La tombe de Rachel, donde de lejos uno no se da cuenta, pero si se acerca lo suficiente puede ver unos puntos azules en la copa del árbol que en las imagénes que se ven por internet no se notan. Pensé en sacarle una foto, pero no importa cuanto tiempo pase y a cuánta gente vea sacando fotos en los museos, yo no me acostumbro.
Luego fuimos para el Centro Cultural de la Caixa, que es un banco muy grande acá y donde por 30 años trabajó Sonia (que ya está retirada). Y luego fuimos al Convento de San Antonio, que es una de las iglesias más viejas de Rio. En la entrada se leía que fue construida en 1529.
La iglesia propiamente dicha estaba cerrada por refacciones pero fuimos como a una capilla que tenía el techo muy bajo y de madera. Bastante creepy. Lo realmente creepy fue ver gente yendo a confesarse. Gente joven! Pensé que era una práctica que había caído en desuetudo. Claramente, no.
Y para compensar la cultura y la religión, nos fuimos a tomar un "yópi" (chopp en portugués carioca) a Amarelihno que es un bar tradicional de Rio, cuyo nombre viene del hecho de que el edificio bajo el cual se encuentra es amarillo. Tome mi cervejinha, fale com a gente y practique mi portuñol, que está tan terrible como siempre.
Luego, tomé el bus de vuelta para el departamento, ducha rápida y salimos ráudamente con Benny para encontrarnos con Cecilia, la chica brasilera que hospedé hace casi dos años en BA. Fuimos a comer a un restaurant árabe, y comí de nuevo hasta quedar pipona. Es la primera vez desde que llegué a Río en que como hasta sentirme llena. Bueno, claro tampoco llegué hace tanto tiempo, lo sé.


Sonia y Katia en el Museo

LA calor

11 am. 34 grados. Después de estar cuatro horas en la playa, decido dar por concluida la sesión de baño de sol en copacabana y emprender la retirada. Para que yo, miss frío tenga calor, mucho calor, imaginensé cómo viene la mano.

Ayer a la noche fui al meeting semanal de rio en la zona de laranjeiras, bebi cerveja (aparentemente tengo el hábito alemán de tomar de la botella a diferencia de los locales que usan unos pequeños vasos de vidrios, similares a los que se usan en grecia para el vino blanco), hice sociales, y volví a casa.

Casualidad Carioca Nº 1: estoy en el bar y veo una chica alta rubia, ese pelo me suena familiar... es Viola! La chica alemana que se quedó en casa y con la que fui a Tandil no hace mucho. Ninguna de las dos sabíamos que la otra estaba en Río. Increíble. Ninguna de las dos podíamos salir de nuestro asombro.

Ahora, me encuentro a almorzar con algunos chicuelos de aquí. Así que vou embora!

Até!

jueves, 5 de noviembre de 2009

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Cuando estábamos por aterrizar, nos avisaron que la temperatura en Río era de 33 grados. Y lo sentí apenas bajé del avión (dicho sea de paso, el vuelo era tan pero tan low cost que las bebidas te las vendían!). Empecé a sacarme las capas que tenía y comencé a aclimatarme con lo que se venía. Pasé por el puesto de turismo, donde una carioca de lo más amable y simpática, me dio mapa, una guía y esoestodoamigos. Salí del aeropuerto, CALOR. Mucho CALOR. Especialmente teniendo en cuenta que llevaba una mochila de 14 kgs a mis espaldas y la chica con la compu y etcéteras en ¿mis pechos? bueh, adelante.
El colectivo que tenía que tomar, tardó en venir, así que estuve vegetando un rato, intentando hacer andar los chips mamucha pero claramente sin éxito. Aunque luego, el de movistar revivió, así que, por el momento, tengo el que finaliza en 625. Espero para mañana tener el chip local.
Después de una hora de viaje en bondi (nada que ver con los de BA, estos son afelpaditos y con aire acondicionado suficiente como para que consideres ponerte una bufanda, aunque el precio es mucho pero mucho más alto) llegué a destino. Me bajé, caminé unas cuadras, y voilá! llegué a lo de Benny.
El departamento, parecía fantástico en videos. Pero en persona... es aún mejor. Es en la terraza de un edificio, y tiene todos los ambientes abiertos, no hay ventanas! salvo en la habitación y en uno de los baños. Pero el living, el estudio que benny utiliza para trabajar, la barra, la cocina y el otro baño, al aire libre! Techo y columnas. Cielo. El corcovado. Rio. El mar. Qué noche tete. I love you baby...!

Acá adjunto algunas fotos nocturnas y otras de hoy, para que tengan una idea de lo genial que es este lugar. Y no importa cuánto esfuerzo hagan, es aún más lindo de lo que piensan.



LLegué a Rio. 33 grados. Fui a copacabana. Me metí en el mar. Ya estoy acá. Y ya me gusta!


En otro orden de ideas, hoy a la mañana mandé mail a fundación carolina por el tema de la beca. Vuelvo de la playa y veo un mail de posgrado con el título aceptación. Toda entusiasmada lo abro. Y sí, corroboraba lo del título. Empiezo a festejar. Benny, mi host me felicita. Ah, no! Es Paulina Gómez, pero para la Universidad de Chile. Ha habido un error. Casualidades crueles.

En tránsito

Estoy en uruguay. El aeropuerto tiene wi-fi gratuito, lo que hace que sienta ya cariño por los uruguayos y el café con leche es muy rico. Y no, la idea no es postear este tipo de posts poco sustanciales sobre mi viaje, no se preocupen.