domingo, 7 de febrero de 2010

Fiaca Serrana

El hostel donde me estoy quedando tiene una de las mejoras vistas de la ciudad. Dan ganas de quedarse en una de las sillas de la terraza que tiene y quedarse por horas mirando el paisaje. Autista 2.0.

Lo que no tiene el hostel es onda. Los pasajeros son o parejas o personas que han superado los cuarenta y gustan de ir a la cama tempranito. O ambas.

Ayer incursioné en la noche de Ouro Preto, yendo sozinha a una samba. La música increíble, buena onda, y el espacio ideal para ejercitar mi sociabilidad, cosa que resulta necesaria cuando se viaja de a una.

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