No, no es que haya venido a Brasil a hacer un tratamiento con Botox y hayan utilizado Botox vencido. Y sí, he estado mucho al sol, pero no se trata de un envejecimiento altamente prematuro. Tampoco estoy haciendo un curso de maquillaje artístico, ni le di una manzana envenenada a Blancanieves. Ah! Y no le digo "my precious" a mi compu. Bueno, quizás a veces.
Estaba en un bloco curtindo o carnaval carioca (o lo que queda de él), acá, en Lapa, cuando de repente comencé a tener problemas para respirar. "Ya se va a pasar", pensé. Pero como pasaron unos minutos e iba empeorando, decidí volver al departamento a buscar el ventolín. "Ya vuelvo", les dije a los chicos con quienes estaba.
En las 4 cuadras del bloco a casa, la respiración no sólo se me hizo más dificultosa, sino que empecé a sentir que la cara se me hinchaba y que me ardía un poco.
Para cuando llegué al edificio, según pude constatar en el espejo del hall de entrada, tenía la cara con ronchas.
Llegué al depto, usé el ventolín y pude empezar a respirar normalmente. Pero mi cara iba de mal en peor. No podía evitar reirme. Es muy gracioso verse la cara así (sabiendo que es algo pasajero, claro) y empezaron las fotos y las comparaciones con Gollum, la bruja malvada de Blancanieves y con Hitch cuando tiene una reacción alérgica, mientras Thaís e Isabella intentaban averiguar si el hospital que está a una cuadra del depto contaba con servicio de emergencia.
Gracias a ER, Dr. House, Chicago Hope y Grey's Anatomy, yo ya sabía que lo que necesitaba era una inyección de cortisona, pero bueno como no podía recetarme (menos aún inyectarme). Dependía del hospital.
La respuesta fue positiva, así que hacia ya fui. Para cuando llegué ahí, la erupción se habia expandido a mi cuello, brazos, manos, espalda. Mis manos estaban hinchadísimas. Todo me picaba.
Tenía sólo 50 reales en la cartera y la consulta salía 100, así que le mande un mensaje a Thaís para ver si podría traer más dinero. El tipo de la recepción me preguntó si quería esperar por mi amiga o si preferiría ya pasar a ser atendida. ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡ QUIERO QUE NO ME PIQUE MÁS NADA Y QUE COMIENCE MI PROCESO DE RECUPERACIÓN DE ROSTRO! Obviamente no grité eso. Simplemente le dije que quería ser atendida YA.
Y hacia allá fui. El médico estaba lejos de ser McDreamy, menos aún McSteamy, ni pensar Doug Ross. Dadas las circunstancias, no estaba esperando nada.
No, no había comido nada fuera de lo normal. Y sí, era la primera vez que tenía esto.
Como esperaba, me dieron cortisona (una inyección de dexametasona) y algo más que no esperaba, fenergan, también inyectable. Una de las dos dolió muchísimo, pero no sé cuál fue cuál.
Lo que sí sé es que quedé medio atontada, y que la picazón que me estaba torturando comenzó a desaparecer casi inmediatamente.
Me dieron la factura que incluye además de los 100 reales de la consulta y unos reales más por los medicamentos inyectados, R$ 0.02 por los 2 ml de alcohol y R$ 0.04 por las dos bolitas de algodón que el enfermo utilizó para pincharme el bum-bum (término tecniquísimo utilizado por el Sr. Enfermero al decirme a dónde iban las inyecciones). Tengo prueba documental de esta miserabilidad.
Volvimos con Thaís al departamento. Seguía aún hinchada, pero con el espíritu fuerte como para defenestrar una vez más a los personajes de "He's just not that into you", película que las chicas estaban por terminar de ver, cuando llegué disfrazada de Frankestein al depto.
Me fui a acostar y hoy me levanté siendo yo de nuevo. Que dadas las circunstancias, es algo MUY bueno.
1 comentario:
AAAAAAJAJAJAJAJAJA BUM-BUM! AJAJAJAJAJA ME MUERO xD
Publicar un comentario